La fragilidad se ha definido como un estado fisiológico de vulnerabilidad caracterizado por una reducida capacidad de manejar los estresores externos. Esto aumenta el riesgo de enfermedad, caídas, lesiones, dependencia, discapacidad y hasta la muerte. Y esta condición se ha hecho cada vez más prevalente debido al aumento de la expectativa de vida y también a los malsanos estilos de vida muy comunes hoy día. Se estima que 10% de los mayores de 65 años y hasta el 50% de los de 80 años cumplen los criterios de “Síndrome de Fragilidad” y están, por ende, a riesgo de muchos problemas de salud y con una pobre calidad de vida.
Hay varios aspectos físicos que se utilizan para definir fragilidad (desde el punto de vista médico se habla de “Síndrome de Fragilidad”), entre ellos los siguientes:
Pero, en general, el concepto de fragilidad va más allá de estos factores físicos y comprende elementos sociales y psicológicos también. Aquí podemos incluir aspectos relacionados al soporte social que el individuo tenga y también factores ambientales.
De todos los elementos y condiciones que pueden influir para que una persona llegue a padecer este estado llamado de fragilidad, reciben especial mención el estado nutricional y el grado de acondicionamiento físico (refiriéndose a la fuerza y el acondicionamiento muscular y al balance). Llamo especialmente la atención sobre estos factores por, sobre todo, dos razones:
En algunos países, sobre todo aquellos que están pasando por la llamada “transición demo-gráfica” (envejecimiento de la población), este problema del Síndrome de Fragilidad puede ser una amenaza muy seria para los Sistemas de Salud; a tal punto que en muchos lugares se están tomando medidas a nivel nacional. Por ejemplo, el Sistema Público de Salud en UK, en el año 2017 incluyó, en su contrato con los Médicos de Atención Primaria (Genera-listas o GP’s, como son conocidos allá), una clausula por la que todos los pacientes mayo-res de 65 años deberán ser evaluados (con uno de los diversos instrumentos existentes) por la presencia de criterios diagnósticos de fragilidad, y, de estar presentes, estos deben ser atendidos inmediatamente. Todo esto con la finalidad de evitar el avance de este problema y, con ello, evitar los altos costos (sociales y económicos) que esto acarrea.
Son muchas y diversas las intervenciones que se han usado para combatir éste problema. En un interesantísimo y muy reciente estudio, se trató de evaluar según dos criterios, muchas de estas intervenciones; los criterios para su evaluación fueron:
Para clasificar la “facilidad de implementación” se tomaron en cuenta elementos como el nivel de intervención del equipo de salud necesario (es decir si necesitaba la participación de uno o varios miembros del equipo de salud como médicos, enfermeras, fisioterapeutas y otros), si requería mucho o poco tiempo para ser realizada y si conllevaba muchos gastos extras o era muy costosa. Cuando se analizó la “efectividad de la intervención” se tomó en cuenta si dicha intervención mejoraba de forma importante o no el estatus de “frágil” del pacientes según los criterios diagnósticos utilizados. La mayoría de las intervenciones estu-diadas incluían varios componentes (ejercicios, suplementos nutricionales, medicamentos, suplementación hormonal, programas de educación para pacientes, visitas a domicilio, etc). En este estudio se hizo un mapeo de las diferentes intervenciones contra la fragilidad usando los parámetros mencionados antes: facilidad de implementación y efectividad. En la figura abajo podemos ver este mapeo:
De este ejercicios de mapeo podemos sacar varias conclusiones:
Como verá hacer ejercicios de forma regular y tener una alimentación adecuada son acciones relativamente fáciles y muy efectivas para evitar problemas asociados al envejeci-miento y la fragilidad, y estos problemas no son pocos ni poca cosa.
En el trabajo diario en MedicGym nos alegra mucho poder colaborar con pacientes que necesitan de estas intervenciones para mejorar su vida o prevenir problemas médicos. Nos encantaría ayudarte porque en MedicGym decimos “ejercicio es medicina”!
Dr. Enrique José Mayo
Medicina Familiar y Medicina del Ejercicio